Con una decoración hecha con globos, saltarines y pinta caritas, los niños comenzaron a celebrar su gran día. Cada uno hizo fila para elegir el dibujo que quería en su rostro y la sonrisa de oreja a oreja. Muchas personas compartieron con nosotros para celebrar esta actividad, los niños y sus padres pudieron degustar frutas, sándwiches, leche con chocolate y hasta se llevaron algunas muestras de leche. Los más esperado fue la piñata donde todos querían que fuera su turno. La celebración culminó con la partida de los pasteles. Todos disfrutamos y hasta los grandes se sintieron como niños de nuevo.